En otoño y
primavera suelen aflorar todas las variedades de virus que existen sobre la faz
de la tierra, pero que nunca sabemos qué son, la conversación más frecuente
últimamente es:
-Me encuentro
fatal
-¿Qué te pasa?
-Un virus, por
lo visto
Pues sí, el caso
es que estamos rodeados de enfermedades misteriosas que tienen un único
culpable, un dichoso virus.
El denominador
común de estas dolencias suele ser la gastroenteritis, es decir, que casi
siempre que nos infectamos con un virus tenemos gastroenteritis, pero en
realidad ¿qué es la gastroenteritis?
Es una
inflamación del estómago (gastro) y de los intestinos (enteritis) producida por
un virus, bacteria o parásito. En los niños se suele producir por un rotavirus
o por un norovirus. Estos virus se encuentran en las heces y son transmitidos
por objetos o determinadas partes de cuerpo.
Cuando nos hemos
contagiado, penetran en la sangre y el cuerpo para protegerse de estos
bichitos, intenta eliminarlos y cómo lo hace, pues así:
-Naúseas y
vómitos
-Diarrea
-Dolores
abdominales
-Fiebre ligera
Por norma
general, la infección suele aparecer de manera repentina y desaparece en un
período de uno a tres días, aunque hasta que las deposiciones vuelvan a ser
normales pueden pasar de 7 a 10 días.
Los más
propensos a sufrirla son los niños de entre 6 meses y 2 años de edad, ya que lo
tocan todo y se llevan las manos a la boca con frecuencia, además de que tienen
un sistema inmunitario más débil que el resto de la población.
¿Cómo la debemos
tratar?
La
gastroenteritis se suele ir por sí sola en 24-48 horas. Debemos beber
frecuentemente durante este período, ya que los vómitos y la diarrea hacen que
el cuerpo se deshidrate y pierda minerales, sales y azúcares que son esenciales
para el correcto funcionamiento de los órganos. Pero hay que beber una solución
rehidratante, es decir un suero que contiene la cantidad ideal de agua,
minerales, sales y azúcares, por lo que ayudan al cuerpo a reponer rápidamente
las reservas. No debemos beber ni agua ni bebidas azucaradas recomendadas para
los deportistas, porque las sales que se pierden con el sudor al realizar
ejercicio, no son las mismas que se eliminan en una diarrea o en un vómito.
Debemos tener en
cuenta que los medicamentos no están recomendados ni para náuseas ni para diarrea, puesto que bloquean el
mecanismo de defensa del cuerpo, al impedir que éste elimine los gérmenes que
han causado la infección. Estos medicamentos, no reducen la duración sino que
podrían agravar la infección.
Cuando estamos
en pleno proceso de la enfermedad, es muy importante que estemos atentos a los
indicios y síntomas que puedan producir una deshidratación, que son:
-Disminución de
la orina (no orinar al menos cada 6 horas)
-Aumento de la
sed (boca seca)
-Falta de
lágrimas del niño cuando llora
-La zona de
alrededor de los ojos está oscurecida o los ojos parecen estar hundidos en las
cuencas.
-Piel grisácea,
pálida o seca.
-Fatiga,
irritabilidad, somnolencia excesiva, falta de energía.
Existen muchas
personas que piensan que mientras se beba líquido, se evita la deshidratación,
pero esto no es del todo cierto porque por ejemplo:
El caldo de
pollo, los zumo de frutas, las bebidas energéticas y los refrescos sin gas
contienen o mucha sal o mucho azúcar, por lo que no se deben consumir en
personas con gastroenteritis. Algunos de estos podrían agravar la diarrea o la
deshidratación.
¿Cómo la
prevenimos?
La
gastroenteritis es contagiosa desde el momento en que se producen los síntomas
y hasta 48 horas después de haber desaparecido. Por eso es recomendable que
durante este tiempo los niños se queden en casa para no infectar a los demás.
Pero de todas
formas, para poderla prevenir tenemos que tener en cuenta:
-Lavarse las
manos a menudo
-Desinfectar los
objetos utilizados con una solución que contenga lejía (1 parte de lejía por 9
de agua)
-Lavar con
frecuencia tanto la ropa de cama como la ropa de la persona enferma y coloque
su cepillo de dientes lejos del de los demás miembros de la familia.
-No compartir
cubiertos ni vasos ni toallas con la persona que la está sufriendo.
La vacuna contra
el rotavirus, es una de esas que el pediatra nos recomienda pero tenemos que
pagarla y muchas personas deciden no ponerla. Os tengo que decir que no elimina
las gastroenteritis infantiles porque pueden causarlas muchos otros virus
distintos, pero sí es verdad que reducen el número de infecciones graves
producidas por este virus.
¿Cuándo debemos
acudir al médico?
No siempre es
necesario, ya que con medidas higiénicas, suero de rehidratación y dieta
blanda, suele remitir en un par de días.
Es necesario ir
al médico:
-Si es un bebé
de menos de 6 meses, porque se deshidrata con mucha facilidad.
-Diarrea o
vómitos durante más de 48 horas
-Vómitos
persistentes que impiden hidratarse.
-Fiebre elevada
-Mareos o
excesiva somnolencia
-Sangre en las
deposiciones o en los vómitos.
-Dolor abdominal
intenso que empeora
-Síntomas de
deshidratación
En conclusión,
esta enfermedad tan común y a la vez tan incómoda, también es necesario que la
cuidemos porque en ella lesionamos gravemente nuestra flora intestinal (que
podemos regenerar con probióticos), y esto nos puede acarrear problemas de
malas digestiones en un futuro.